¿Cómo las escuelas, institutos y universidades de todo el mundo utilizan la IA?

Los educandos y los docentes utilizan sin duda la IA con diferentes fines: para crear, para escribir, para programar y mucho más. La IA proporciona nuevas vías que permiten explorar y buscar ayuda sobre determinados temas, aunque también proporciona accesos rápidos. 

En la mayoría de los exámenes estandarizados los nuevos sistemas de IA generativa con grandes modelos lingüísticos obtienen mejores puntuaciones que la media de los estudiantes y, a menudo, se sitúan en el décimo o incluso en el primer rango porcentual. Esto es algo que obliga a los sistemas escolares a replantearse los modos de evaluación normales y que impulsará innovaciones en la manera de medir el aprendizaje. En otras palabras, se trata de replantear la manera en que aprendemos y enseñamos y, en consecuencia, cómo se enseña a los educandos y qué es lo que éstos deberán priorizar.

Pero a pesar de todos estos usos, los beneficios que la tecnología puede proporcionar permanecen en gran medida en el ámbito de la esperanza y la expectativa. Aún no existen pruebas sólidas que permitan afirmar que aplicaciones de IA generativa como ChatGPT mejoran los rendimientos en el aprendizaje. 

La IA se suele considerar como una herramienta que permite crear experiencias de aprendizaje personalizadas. Confiamos en este potencial, pero también creemos que la educación es un esfuerzo colectivo y social, y los centros educativos son el lugar donde los niños socializan y aprenden a convivir.

Además de apoyar la enseñanza y el aprendizaje, la IA se utiliza para automatizar diversas tareas administrativas, como la calificación y el control de la asistencia y el rendimiento. Esta evolución podría aliviar la carga administrativa de los docentes y, si es gestionada cuidadosamente por operadores bien formados y cualificados, puede suponer un progreso positivo. Al mismo tiempo, el FMI ha dado la voz de alarma sobre el riesgo de que el 60% de los nuevos puestos de trabajo sean sustituidos y/o puedan verse afectados por la IA en un futuro próximo. Por ello, nuestro lema es “dirigir la tecnología para que no sea ella quien nos dirija”. En cualquier ámbito, tenemos que permanecer abiertos a la innovación y debemos prepararnos bien en lugar de quedarnos estancados en una posición defensiva frente al futuro.

Desde Academia Aula 13 (Orihuela) abogamos por un uso responsable de la IA. El uso de la inteligencia artificial (IA) en las academias es una herramienta muy favorable, ya que puede mejorar significativamente la calidad del aprendizaje y la enseñanza. Gracias a la IA, los profesores pueden personalizar la educación según las necesidades de cada estudiante, identificando fortalezas y debilidades para ofrecer actividades adaptadas. Además, la automatización de tareas repetitivas —como la corrección de exámenes o la gestión administrativa— permite a los docentes dedicar más tiempo a la enseñanza y al acompañamiento personal.

Por otra parte, los estudiantes se benefician de recursos inteligentes como tutores virtuales, aplicaciones interactivas y plataformas que ofrecen retroalimentación inmediata. Todo esto contribuye a un aprendizaje más dinámico, accesible y eficiente. En conjunto, la IA no reemplaza al profesor, sino que potencia su labor y hace que la educación sea más inclusiva y moderna.

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